DESARROLLO ECONÓMICO DE MÉXICO
El reconocimiento de la nueva nación independiente
tardó en llegar, no hubo vínculos internacionales que la apoyaran, teniendo
consecuencias en el mercado externo, por su lado el mercado interno demoró en
organizarse, el Estado mexicano no puede enfrentar exitosamente el poderoso y
reducido grupo de comerciantes y hacendados, que impedían la captación de
impuesto por lo tanto no había recursos para que el gobierno de Iturbide
hiciera frente a las enormes responsabilidades que adquirió; es decir, el
Estado Mexicano nació quebrado. Los primeros gobiernos empezaron actuar en
medio de una seria crisis financiera, además no prestaron atención a la
cuestión fiscal y dividieron las fuentes de tributación, con esta distribución
de potestades no fue de extrañar que el recurso federal no fuera suficiente,
sobre todo para mantener al ejército, por lo que se recurrió al crédito.
Con la firme idea de poner en práctica la Constitución,
Benito Juárez después de ser reelecto, forma gobierno y se rodea de un grupo de
sobresalientes colaboradores comprometidos con el programa liberal, como
programa sostenían, el federalismo, la separación y equilibrio de los tres
poderes, el voto popular y las garantías individuales. Asimismo fomentar la
subdivisión dela propiedad territorial y extinguir la herencia prehispánica
mediante la transculturización. En esos años México contó con un reducido grupo
de personas, llenos de entusiasmo e inteligencia armados con las mejores ideas
comprometidos con México y dispuestos a dar todo para que el país progresara.
Para ellos México tenía un suelo de los más fértiles del mundo, un verdadero
cuerno de la abundancia. Se necesitaba capital para aprovechar la riqueza del
país.
En la historia económica de México, después del
movimiento de independencia política y hasta la gran depresión del sistema
económico capitalista internacional, la economía del país advirtió un programa
sustentado, en lo esencial, en la exportación de productos primarios. Este
programa identificado como “Modelo de crecimiento hacia afuera”, en donde México
experimentó un proceso de orientación productiva dirigida, básicamente, al
mercado externo con la especialización primario exportadora.
Las expectativas que despertó el sexenio de Fox no se reflejó
en la economía. El éxito más publicitado de este Gobierno fue la captación de
la Inversión Extranjera Directa (IED). Por otro lado el último presidente
Felipe Calderón ha enfrentado serias dificultades para gobernar, por lo que los
partidos políticos, principalmente el PRI, han aprovechado la debilidad
política para bloquear muchas iniciativas de reforma. Felipe Calderón inició
con un contexto político complicado. Durante el primer año de su gestión inició
con un crecimiento del PIB, que sin embargo se vio abruptamente afectado en
2008, la economía mundial se descompuso; el epicentro de la nueva crisis se
gestó en Estados Unidos. Los efectos dela crisis se resintieron durante el
primer trimestre de 2009.
Resulta urgente el impulso de una política económica de
consenso, que ponga en el centro de su estrategia el crecimiento económico, la
generación de empleo, y el mejoramiento de los salarios reales junto al
crecimiento del mercado interno. Esto sólo se puede lograr común Gobierno con
liderazgo en la conducción de la actividad económica. Con respecto a esto, vale
la pena recalcar que sólo en el sexenio de Lázaro Cárdenas se adoptó una cierta
política para ampliar el ingreso de los hogares, de ahí en adelante la
estrategia se concentró en la protección de las entidades productivas
domésticas.
CRISIS ECONÓMICA
Esta gráfica muestra los resultados de la Deuda Externa
Total Ajustada de México y el porcentaje que representa del PIB anual
corriente. Al referirse a Deuda Total significa que incluye la Deuda Pública,
la Deuda con garantía Pública, la Deuda Privada no garantizada y la Deuda
Externa de Corto Plazo. Las cifras mostradas en la tabla y en la gráfica,
tienen como fuente de información al Banco Mundial y el Banco de México. El
crecimiento de la Deuda Externa Total, entre 2012, fin del sexenio anterior y
2015, ha sido muy importante y refleja una diferencia de más de 11 puntos
porcentuales del PIB, al pasar del 28.71% al 39.9%. En porcentaje del PIB es
muy similar al que tuvo en 1994, después del Error de Diciembre. Sin embargo
nada comparable con 1982 y 1987 que excedió del 130% del PIB. El incremento de
la Deuda Externa del Sector Público Federal en el período de Felipe Calderón
tuvo dos razones, la primera en 2009 al reconocerse la Deuda en Pidiregas de
Pemex, que representó un incremento de casi $40,000 millones de dólares de
deuda que ya existía y la segunda la deuda contratada para sortear la Crisis
Mundial que inició en Estados Unidos en 2008. Es decir que el incremento de
deuda real en su sexenio fue de 31,000 millones de dólares, mientras que en el
sexenio actual, el incremento de la deuda externa ha sido de 35,483 millones de
dólares en los primeros 3 años de gobierno.
Se pueden distinguir diversos tipos de
ingresos tanto en el sector privado como en el sector público de una economía.
En el sector privado podemos distinguir cuatro clases de ingresos: los
salarios, que es la remuneración del trabajo; la renta, que es el rendimiento
de los bienes inmuebles; el interés, que es el rédito del capital; y los
beneficios, que son los rendimientos que obtienen los propietarios de las
empresas de negocios. Al hablar del sector público, hacemos referencia a la
renta nacional, que supone la medida, en dinero, del flujo anual de bienes y
servicios de una economía, que se calcula sumando los ingresos de todos los
agentes que la conforman.
Aunque el ingreso se
suele medir en términos monetarios, a veces se utilizan otro tipo de medidas, sobre
todo en teoría económica. La renta real no representa el ingreso monetario,
sino la capacidad que determinada cantidad monetaria tiene para adquirir bienes
y servicios cuyos precios están sujetos a variaciones.
La distribución del
ingreso se puede entender como el reparto del dinero y de los demás beneficios
derivados de la producción de bienes y servicios dentro de una economía. La
actividad económica de un país proporciona un producto que se traduce en
ingresos obtenidos por los factores de producción utilizados para obtener el
bien. Estos factores de producción son cuatro: la tierra, el trabajo, el
capital y el empresariado. Según esto, los ingresos obtenidos por cada uno de
estos factores se clasifican como la renta pagada por la utilización de la tierra,
los sueldos y salarios obtenidos por los trabajadores, los tipos de interés que
remuneran al capital y los beneficios que reciben los empresarios. La
distribución del ingreso se encarga de analizar la cuantía de cada uno de
ellos.
Sin embargo, la tierra y
otros tipos de capital (por ejemplo, la maquinaria o las infraestructuras
públicas) suelen agruparse en un concepto de capital más amplio, de forma que
la ingreso nacional total se divide en dos grandes categorías, una referida a
los ingresos del trabajo (sueldos y salarios) y otra relativa a los ingresos
empresariales y a la remuneración del capital (intereses y beneficios). Aunque
los métodos modernos de contabilidad nacional desglosan con bastante detalle la
distribución del ingreso nacional entre todos los factores productivos, los
estudios tradicionales se encuentran con que el desglose se limita a
diferenciar entre ingresos del trabajo y beneficios
Las políticas para la superación de la
pobreza y la equidad social no son independientes (aunque no sean lo mismo), ya
que la lucha contra la pobreza no está ligado exclusivamente a la calidad del
crecimiento económico, sino sobre todo a la capacidad de introducir cambios en
la distribución del ingreso. No obstante, en México ambas categorías se han utilizado
indistintamente por su estrecha relación en el uso de los indicadores sociales.
Por ejemplo, entre 1933 y 1984 el país modificó su sociedad y expandió su
economía aunque las desigualdades se mantuvieron, pero se logró reducir la
pobreza en comparación con el tamaño de la población. La creación de una
institucionalidad social y las políticas de crecimiento de esos años provocaron
el aumento de una clase media que permitió tendencias positivas en los
indicadores básicos de bienestar social. Se trató de una larga etapa desigual
pero no empobrecedora; en cambio, en las últimas tres décadas las informaciones
estadísticas confirman una tendencia convergente entre desigualdad y pobreza.
Los años de 1984 y 1996
tienen características muy particulares (en ambos se reportan mejoras en la
desigualdad social, y registran también las mayores crisis de los últimos 50
años), y se aprecia una paradoja: mejoramiento de la igualdad por
empobrecimiento. En cambio, de acuerdo con datos de las últimas tres décadas,
tenemos un saldo oneroso de desigualdad y pobreza que configura ya una
tendencia de empobrecimiento -absoluto y relativo- así como un aumento en la
desigualdad.
BIENESTAR SOCIAL
El eje vertebral de este proceso lo marca la
desfiguración de la política social, que en el caso de México dista de un
diseño e instrumentación a escala regional, producto de un modelo integral y
articulado de instituciones de protección para todos los mexicanos.
Se trata de una crisis de las instituciones
públicas de seguridad, protección y asistencia sociales, de un proceso con
efectos intergeneracionales y de tensión social, como lo evidencia el Índice de
Desarrollo Humano en su versión más actualizada: “La creciente desigualdad,
especialmente entre grupos, puede provocar inestabilidad social y poner en
riesgo el progreso a largo plazo en desarrollo humano. La perpetuación de las
desigualdades suele ocasionar falta de movilidad social intergeneracional, lo
que también puede causar malestar social”
Según la última medición de personas en situación de
pobreza en México en el periodo 2010 a 2012, aumentó de 52.8 a 53.3 millones,
mientras el universo de pobres en situación de pobreza extrema se redujo de
13.0 millones de personas (11.3% del total) a 11.5 millones (CONEVAL, 2013), proceso
que avista la inviabilidad de las políticas de desarrollo social en México y
América Latina (Barba, 2010).
El diferencial de exclusión y pobreza entre hogares,
comunidades y regiones de nuestro país enmarca no sólo proyectos de vida
personal y hogares cegados a temprana edad por la desnutrición, la deserción,
la insolvencia económica y de la subsistencia, que proveen su fuerza de trabajo
secundaria enviando a trabajar a sus niños, jóvenes, ancianos y mujeres
(Cortés, 2013), sino también por la cancelación abrupta de oportunidades
sociales de solidaridad, bienestar y progreso individual y comunitario, en pos
de un Estado mexicano cuyos tomadores de decisión no han reformulado las
actuales políticas públicas fragmentarias, asistencialistas, que derivan en más
burocratización o que, particularmente, priorizan la apuesta por la regulación
de los problemas sociales fundamentales como la pobreza y la marginación, que
no resuelven, sino que postergan en los sectores sociales más desprotegidos.
DEMOCRACIA Y JUSTICIA SOCIAL
·
«Social» es la
condición previa de cualquier democracia justa y sostenible. Nuestra idea de la
democracia social es la siguiente: los derechos de libertad individual y de
participación política, tal y como los garantiza la democracia, sólo pueden ser
disfrutados por todos y todas si los riesgos sociales, que en las sociedades
capitalistas están distribuidos de forma injusta, no tienen que ser asumidos
exclusivamente por los individuos, sino están cubiertos por el conjunto de la
sociedad.
·
La democracia es
también el respeto y la ampliación de los derechos colectivos logrados por el
movimiento sindical mundial y por el movimiento social en cada uno de nuestros
países. Luchamos por los derechos colectivos como son los convenios colectivos
de las y los trabajadores, el derecho a la educación, a la salud, a la vida
social y a la cultura como síntesis de nuestro gran movimiento internacional.
Impulsaremos de igual manera los derechos a la libre manifestación, libre
asociación, libre militancia política y libre sindicalización.
·
Nuestras
sociedades y gobiernos deben comprometerse con la inclusión social de las
minorías raciales, religiosas, culturales y sexuales con la finalidad de
asegurar en nuestras legislaciones nacionales sus derechos políticos,
económicos y de representación política.
·
La democracia
funciona solamente si es aceptada y apoyada por la gran mayoría de la
población. Para que así sea, la democracia no debe quedar limitada a la esfera
política en el sentido más estricto. La democracia no debe detenerse a las
puertas de fábricas, escuelas, universidades o cuarteles. La democracia debe
percibirse y practicarse en la vida cotidiana y en los distintos ámbitos de la
vida de las personas. Esto es democracia social
La democracia
necesita demócratas: la democracia es un proyecto en desarrollo. Y la gente
tiene que aprender cómo ellos mismos pueden contribuir e involucrarse.
·
Por eso, una de
las tareas de la democracia social es asegurar siempre que todos los ciudadanos
y ciudadanas puedan participar y que se creen instituciones eficientes y
tranparentes que permitan esa participación. Esa es la única forma de ganar la
lucha contra los populistas y sus respuestas fáciles a los desafíos de nuestros
tiempos, así como contra las fuerzas neo conservadoras que recorren a
forzados juicios políticos parlamentarios y/o judiciales a los que algunos
llaman golpe blando.
·
El respeto de los
derechos humanos es el fundamento de la dignidad humana, la paz y la justicia.
En el mundo cambiante de hoy es importante insistir en que los derechos humanos
son universales e indivisibles. Tanto si se trata de derechos civiles y
políticos –como el derecho a la vida, la igualdad ante la ley y la libertad de
expresión– como si se trata de derechos económicos y sociales –como el derecho
al trabajo, la seguridad social y la educación– luchamos juntos con los
defensores de los derechos humanos y aquellas personas que fueron
privadas de sus derechos humanos.
La cuestión de la justicia social y la democracia se ha
planteado en los últimos años en un lugar bien distinto: en las calles y plazas
del mundo. Las protestas en Túnez y El Cairo, en Madrid, Nueva York o Estambul,
expresaron (con todas sus diferencias) un descontento con sus sociedades y una
indignación por la injusticia social, dejando claro que otros canales de
expresión están bloqueados. Las protestas vincularon ambas cosas: por un lado,
la cuestión social y la crítica de las injusticias sociales, de costos de vida
demasiado altos, de la falta de perspectivas debido al desempleo, del empleo
precario y de sistemas de educación deficientes y, por otro, la crítica de
formas de gobierno cada vez más autoritarias, sea en forma de regímenes de
modernización corruptos o (en vista de la zona euro) una administración de la
crisis en Europa que en gran medida se ha quedado fuera de un control
democrático. La protesta política vuelve a ser una manifestación vital, y el
compromiso político es cada vez más una cuestión existencial.
PROGRAMAS DEL GOBIERNO
En la Guía de Programas Sociales 2016 podrás
consultar información sobre:
·
Programa Pensión
para Adultos Mayores
·
Programa de Empleo
Temporal
·
Programa de
Estancias Infantiles para Apoyar a Madres Trabajadoras
·
Programa de
Atención a Jornaleros Agrícolas
·
Programa 3 x 1
para Migrantes
·
Programa Seguro de
Vida para Jefas de Familia
·
Programa de
Comedores Comunitarios
·
PROSPERA, Programa
de Inclusión Social
·
Programa de Apoyo
a las Instancias de Mujeres en las Entidades Federativas
·
Programa de
Coinversión Social
·
Programa de
Fomento a la Economía Social
·
Programa de Abasto
Rural a cargo de DICONSA, S. A. de C. V.
·
Programa de Abasto
Social de Leche a cargo de LICONSA, S. A. de C. V.
·
Instituto Nacional
de las Personas Adultas Mayores (INAPAM)
·
Fondo Nacional
para el Fomento de las Artesanías (FONART)
·
Instituto Mexicano
de la Juventud (IMJUVE)
·
Consejo Nacional
para el Desarrollo y la Inclusión de las Personas con Discapacidad
(Conadis)
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